Lo que hasta ahora parecía el trabajo de un profesional, con estas sencillas explicaciones veremos, que no lo es tanto.
Para sustituir un grifo, evidentemente, lo primero que debemos hacer es cortar el agua, para ello no es necesario dejar sin suministro a toda la vivienda, basta con cerrar las llaves de escuadra situadas debajo del grifo.
Es fácil reconocerlas ya que de ella es de donde salen lo que se denomina "latiguillos" que conectan dichas llaves al grifo.
Una vez cortada el agua podemos operar con tranquilidad.
A continuación nos situaremos por debajo del seno del lavabo, y desenroscaremos el latiguillo que comunica la base del grifo con
las llaves escuadra mencionadas con anterioridad. Nos encontraremos dos latiguillos, uno para el agua caliente y otro para el agua fría.
Una vez liberados los latiguillos es tan sencillo como desenroscar la tuerca que aprieta la mordaza de la base del grifo.
Esta acción hace de que el grifo se libere permitiendo que se pueda ubicar la nueva pieza, para lo cual solo hace falta seguir los mismos pasos inversos que usamos para su desinstalación.
Para cualquier duda o aclaración no dudéis en dejar vuestro comentario, encantados las aclararemos en el momento.
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